jueves, 19 de noviembre de 2015

ESTOY LLEGANDO (historia real)

Estoy llegando

Hace tantos años que no la veo... No me puedo creer que

aun no me haya olvidado... Que me siga queriendo... Que

me siga enviando mensajes...

Ojalá pudiera verla... Abrazarla como si no hubiera un

mañana... Contarle cosas... Poder preguntarle que como le

ha ido el día... Por desgracia estoy atrapado, no puedo

escapar...

Hace 8 años que no la puedo ver... 8 largos e interminables

años... 8 años de su vida en los que no he podido pasarlos

junto a ella... La hecho tanto de menos...

Apenas sé como es... Cómo es de guapa ... Cómo es su

personalidad... Ni siquiera sé si ella me está esperando o

simplemente se rindió y tiró la toalla para siempre...

¿Porqué?... ¿Porqué el mundo me trata así? ¿Porqué no

puedo estar a su lado?... ¿Cuánto he de esperar?...

Solo necesito verla sonreír una última vez... Entonces...

Entonces ya podré morir en paz... Ya podré sentirme libre...

¿Tanto pido?

Solo quiero que sea feliz...

No te apures mi princesa... Estoy llegando...

miércoles, 4 de noviembre de 2015

SOLO UNA

Yo nunca fui así, lo juro. Antes nunca habría engañado a nadie, no les habría manipulado para conseguir arreglar algo que fue solo culpa mía.
Me ilusioné demasiado con mis logros, nunca antes me había sentido así; siempre me había sentido como un inútil y... por una vez en toda mi vida había conseguido algo que nunca nadie lo consiguió antes.
Lo intenté muchísimas veces, y lo conseguí, pero no supe que eso supondría cometer el mayor error de mi vida: Ignorarla.
Ella se fue y yo me quedé solo en este mundo, no tenía a nadie más, estaba desesperado, entonces me ocurrió algo, fue como un milagro. La persona, aparentemente, más poderosa del mundo me ayudó, me acogió en su casa y me enseñó a leer la mente de las personas. Eso tendría consecuencias como no poder estar en el mundo físico sin un cuerpo. Estuve tres años aprendiendo, y entonces los pensamientos de ella volvieron, no podía evitarlos pasara lo que pasara. Me fui, no sabía como decírselo, entonces le dejé una carta explicándole que tenía que ir a buscarla, que la echaba mucho de menos. Sigo sin saber como se lo tomó.
Estuve buscándola durante mucho tiempo, no sabría decir cuanto, tuve que engañar a mucha gente para conseguir llegar al mundo físico, nunca lo había hecho antes, y me sentía fatal por ello. Se lo compensaré algún día, se lo debo.
Cuando conseguí llegar al mundo donde estaba ella, la seguí buscando, y cuando ya llevaba unos días, me crucé con una amiga que nos conocía a los dos, y gracias a esa amiga volví a verla.
La tengo delante, con el invento que nos separó en las manos. Ella tiene una cara inexpresiva, sé que quiere perdonarme, abrazarme... También sé que me ha echado de menos.
No sé que decirle, pero ella comienza diciendo:
  • Lo siento...
  • No, la culpa es mía... - Le digo
Miro sus ojos, azules verdosos, preciosos como los de nuestra madre. Ella está más guapa, como siempre igual de alta que yo, Ella, mi gemela, mi hermana, la persona a la que llevo buscando tanto tiempo... Y sin pensármelo dos veces le digo:
  • Me he dado cuenta de una cosa... Inventos tengo muchos – Cojo mi invento y lo rompo en dos – Pero... Hermanas... Solo tengo una...