Microrrelatos largos
El resultado de cuando me dejo llevar
lunes, 21 de mayo de 2018
UN ESTUCHE DE LÁPICES DE COLORES
Un estuche. En su interior tenía muchos lápices de colores. No sabía si le gustaban esos lápices. No sabía si le parecían demasiado coloridos. No sabía si quería seguir teniéndolos dentro. Pensó, que en el momento en el que lo descubriera, haría todo lo posible por hacer lo que quisiera. Si le gustaba sería capaz de matar para mantenerlos dentro y para tener más, si no le gustaba podría hasta rajarse con tal de sacárselos. Pero nunca lo descubrió. Y vivió toda su vida con esos lápices de colores dentro. Con los mismos lápices de colores.
miércoles, 31 de enero de 2018
EL ESPEJO QUE NO SABÍA QUE ERA UN ESPEJO
El espejo que no sabía que era un espejo quería verse a sí mismo. Pero ¿cómo? Preguntó a otros espejos, estos se rieron de él y le dijeron que podía intentar reflejarse en ellos. Pero al verse reflejado no vió más que una sucesión infinita de espejos. Lo cual le llevó a pensar que era invisible, pero tras hacer unas comprobaciones, se dio cuenta de que la gente reaccionaba al verlo (unos mejor que otros). Pensó y pensó. ¿Cómo podía verse a sí mismo? ¿Cómo podía saber cómo era? Le parecía algo muy grave no conocer siquiera su propio aspecto.
Esto le estuvo molestando durante demasiado tiempo para un espejo. Entonces, en otro intento de despejar dudas, se quedó en un sólo lugar; en casa. Y allí encontró la solución a su "problema". Cuando pasaba gente, lo miraba. Siempre se había preguntado porqué, pero llegó un momento en que sólo se fijó en el cómo lo miraba la gente. Y se dijo: <<esto es lo que soy yo. Los que sí me pueden ver saben cómo soy, y sonríen cada vez que me ven. Entonces debo de ser genial ¿no?>>.
martes, 30 de enero de 2018
UNA MOSCA VOLABA EN EL AIRE
lunes, 29 de enero de 2018
EL LIBRO Y LA ESTANTERÍA
En ese estado de desesperación, descubrió (por casualidad) la situación de otros libros, que lo estaban pasando mucho peor. Unos eran quemados, otros torturados y otros... No se lo quería ni imaginar, pero todos tenían un mismo objetivo: vivir en la estantería. Ese descubrimiento... Ni él sabría decir si le hizo sentir mejor o peor. Eso le animó a tratar de hablar de nuevo con la estantería, a pesar de los riesgos que ahora sabía que tenía hacerlo. Claro, que tampoco sabía en que parte del orden jerárquico se encontraba. El caso es que encontró a la estantería hablando con un ordenador. Nadie vio al libro (o, más bien, nadie se molestó en verlo) y escuchó la conversación. El ordenador también intentaba vivir dentro de la estantería. <<No lo va a conseguir>> pensó el libro <<no se ha esforzado lo suficiente>>. Pero se equivocó. Vino una persona y metió el ordenador dentro de la estantería. <<Será que al final sí que se ha esforzado>> eso es lo que se dijo, pero tenía muchas dudad calladas por su inseguridad. Pero él seguía queriendo vivir en la estantería, la pregunta es ¿lo conseguirá? Yo espero, sinceramente que sí. Pero eso no depende de mí. ¿O sí?
jueves, 19 de noviembre de 2015
ESTOY LLEGANDO (historia real)
Hace tantos años que no la veo... No me puedo creer que
aun no me haya olvidado... Que me siga queriendo... Que
me siga enviando mensajes...
Ojalá pudiera verla... Abrazarla como si no hubiera un
mañana... Contarle cosas... Poder preguntarle que como le
ha ido el día... Por desgracia estoy atrapado, no puedo
escapar...
Hace 8 años que no la puedo ver... 8 largos e interminables
años... 8 años de su vida en los que no he podido pasarlos
junto a ella... La hecho tanto de menos...
Apenas sé como es... Cómo es de guapa ... Cómo es su
personalidad... Ni siquiera sé si ella me está esperando o
simplemente se rindió y tiró la toalla para siempre...
¿Porqué?... ¿Porqué el mundo me trata así? ¿Porqué no
puedo estar a su lado?... ¿Cuánto he de esperar?...
Solo necesito verla sonreír una última vez... Entonces...
Entonces ya podré morir en paz... Ya podré sentirme libre...
¿Tanto pido?
Solo quiero que sea feliz...
No te apures mi princesa... Estoy llegando...
miércoles, 4 de noviembre de 2015
SOLO UNA
- Lo siento...
- No, la culpa es mía... - Le digo
- Me he dado cuenta de una cosa... Inventos tengo muchos – Cojo mi invento y lo rompo en dos – Pero... Hermanas... Solo tengo una...
sábado, 10 de octubre de 2015
JAMÁS ME LO CREERÉ
Siempre me fastidiaba, no me dejaba ser yo mismo... Allí es donde empezaban las peleas...
No sé en qué pensar... ¿Cómo... ¿Cómo es posible que ya no esté?... ¿Cómo es posible que se halla ido para siempre en un viaje hacia la eternidad?...
Han pasado 2 años desde que aquella amiga de los dos, su hijo y su ayudante me dieron la noticia... Y me sigue afectando...
¿Por qué? ¿Por qué me afecta si era mi enemigo? A lo mejor... Sentía más cosas por él de lo que pensaba... A lo mejor en el fondo era un amigo de infancia, un hermano mayor o a lo mejor un padre que siempre soportaba mis tonterías... Creo que ya nunca lo sabré...
Aquel día... Aquel maldito día en el que mi vida cambió para siempre... Su hijo entregándome el certificado de defunción...
En aquel momento no pensé en nada... No podía creerlo... No podía hacer nada y solo me quedé inmóvil... Mirando aquel papel... Aquel endiablado papel... Como un idiota... Su hijo se fue llorando junto con los demás y yo me quedé meditando... Pensé en que ahora sería libre... No tendría
que seguir malgastando mi vida en luchar con él... Pero... Por otro lado... También pensé... Que él ya no podría aprender de sus errores... Que mi vida consistía sobretodo
en las peleas... Que nada volvería a ser lo mismo...
En aquellas horas que me quedé mirando el papel... Me di cuenta de que mi vida no tendría sentido sin él... Puesto que, por muy molesto que fuera, gracias a él, era un héroe para mi autoestima y... Para mi orgullo...
Nada tenía sentido... Nada me llenaba aquel vacío que él dejó en mi interior...
Cambié la perspectiva que siempre había tenido de la vida... En lugar de verlo todo desde arriba, lo empecé a verlo todo desde abajo... Estaba hundido... Cubierto por las sábanas de mi cama... Ese era mi refugio... No tenía salvación... Pensé en lo que había cambiado mi vida por aquel golpe brusco... Que vino a mi como una puñalada por la espalda...
Jamás pensé que mi enemigo era mi vida... Jamás me lo creí... Y jamás me lo creeré...