Una mosca volaba en el aire. Sin
ninguna razón. Simplemente porque sí, punto. No todas las historias tienen que
perseguir un objetivo… Sin embargo, no será una buena historia si no lo tiene.
Así que pongamos que esta mosca tenía un objetivo, pongamos que… Quería volar
más rápido. Pero no, todavía no le habían crecido suficiente las alas,
<<Si algún día me salen alas más grandes no sólo me atreveré a volar más
rápido, sino que también iré más lejos>> pensó la mosca, pero en el fondo
sabía que sería demasiado raro que a una mosca le crecieran alas de águila o
algo. Entonces cambió sus deseos. Ahora quería ser más grande. Pero no, todavía
era muy pequeña, <<Si algún día crezco tanto como para que todas las
moscas del mundo me puedan ver, seré capaz de satisfacerlas y ser un ejemplo
para ellas>>, pero viendo el tamaño promedio que tenían todas las demás
moscas, esta opción parecía poco viable. Y volvió a cambiar sus deseos. Ahora
quería ser más querida, que todas la reconocieran cuando la vieran. Pero no,
todas eran unas asquerosas, y eso hizo que ella también lo fuera. <<Si
algún día me apoyan, seré capaz de hacer lo que sea por ellas>>, pero
viendo cómo eran las demás, también descartó esa idea.
Entonces alguien le dijo: <<no,
mosquita, no dejes que nadie te influya tanto. Céntrate en ti y en lo que
quieres hacer>>
Desde ese momento la mosca volaba en el
aire. Sin ninguna razón. Simplemente porque sí.
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